El término sharenting está formado por las palabras inglesas share (‘compartir’) + parenting (‘crianza’) y fue acuñado en 2003 por el periódico americano The Wall Street Journal a causa del auge que estaban teniendo las redes sociales y del impacto de estas en los más pequeños.
¿Cómo afecta a tus hijos el sharenting?
Compartir fotos de los hijos menores en las redes sociales cada vez se está volviendo más común. Gracias a ello, los padres pueden compartir fotos o vídeos, sobre todo en Instagram, Facebook y Tiktok, para que los demás lo vean.
El hecho de que este fenómeno sea cada vez más común, no lo exime de estar expuesto a la crítica; de hecho, está aumentando el número de padres que deciden no publicar nada de sus hijos a causa de los posibles riesgos que pueden sufrir por esa sobreexposición en internet.
Los expertos clasifican a los padres en tres tipos en función de su interés o no en publicar fotos de los menores:
- Los padres orgullosos. Son aquellos que necesitan y disfrutan de que los amigos y seguidores vean cómo son sus hijos, lo que hacen, cómo crecen y cómo van adquiriendo los diferentes aprendizajes en función de su edad.
- Los padres protectores. No os creáis que por definirlos como «protectores» nos referimos a «sobreprotección». Estos padres se sienten orgullosos de sus hijos igual que los primeros, pero se preocupan por la privacidad de ellos y deciden mantenerlos al margen de las redes sociales.
- Los padres irritables. Estos últimos serían todos aquellos que se enfadan y sienten repulsión cuando los padres publican diferente contenido sobre sus hijos en las redes sociales.
¿Qué riesgos tiene compartir fotos de menores en Internet?
Un padre puede llegar a publicar cientos de fotos de su hijo -por no decir miles- antes de que este cumpla los 18 años y sea reconocido mayor de edad en nuestro país. Estas fotos antes quedaban en el ámbito privado y se mostraban a través de un álbum de fotos a aquellos que nosotros queríamos; en cambio, ahora, se publican en las redes sociales.
Hay que tener en cuenta que Internet es un escaparate donde navegan millones de personas de todo el mundo, lo que hace que esos momentos de nuestros hijos pasen a ser extremadamente vulnerables a posibles delincuentes. Los riesgos de subir fotos de menores a las redes abarcan un amplio abanico:
- Se crea su huella digital desde muy pronto. La huella digital es la información que se queda en Internet vinculada a una persona; puede ser una foto, un perfil, un vídeo, etc. Quizá, dentro de unos años, tu hijo no quiera tener redes sociales y, sin quererlo, ya se ha visto expuesto a ellas desde que era pequeño.
- Puedes perder el control de ese contenido. Cada publicación contiene unos metadatos con información como la hora, la fecha y el lugar donde se hizo la foto. Todo ello puede llegar a manos que no deseas y pueden emplear ese contenido de forma maliciosa. Por ejemplo, manipulando la imagen digitalmente.
- Se vulnera su privacidad. A veces, parece que se olvida que los niños tienen unos derechos reconocidos. La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN) establece en el artículo 16 que: «ningún niño será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su privacidad, familia, hogar o correspondencia, ni de ataques ilegales a su o su honor y reputación».
Los especialistas en seguridad informática insisten en la importancia de proteger a los menores de los riesgos de las redes sociales y tratar de evitar, en la medida de lo posible, las publicaciones de fotos o vídeos de los menores.
Por otro lado, no hay que olvidar que, desde el punto de vista psicológico, la sobreexposición y el uso continuado de las redes e Internet con los menores, puede tener consecuencias en su salud mental.
Si crees que tu hijo menor sufre las consecuencias de las redes sociales o muestra una adicción al teléfono móvil, te recomendamos hacer una consulta para terapia psicológica infantil donde te asesoraremos y os ayudaremos a enfrentaros al problema.
Deja tu comentario