El verano es una época del año que muchos esperan con entusiasmo: terrazas, piscinas, playa, actividades al aire libre… Sin embargo, para otros puede ser una temporada cargada de estrés y ansiedad debido a la presión social por la apariencia física. Este fenómeno, intensificado por la cultura de la imagen, puede desencadenar problemas de autoestima y complejos corporales que afectan profundamente el bienestar emocional y la salud mental.
La presión social y la cultura de la imagen
En la sociedad actual, la presión por alcanzar un «cuerpo perfecto» está presente en cualquier estación del año; sin embargo, durante el verano se intensifica porque es el momento en el que se usan prendas más ligeras y trajes de baño.
Las redes sociales, la publicidad y los medios de comunicación nos muestran constantemente imágenes idealizadas de cuerpos, estableciendo estándares de belleza inalcanzables para la mayoría. Esta presión por ajustarse a estos ideales puede generar una profunda insatisfacción con el propio cuerpo y fomentar complejos y baja autoestima.
Los jóvenes, especialmente las mujeres, son unos de los grandes afectados por esa cultura de la imagen. El uso de filtros en las redes sociales daña la imagen y crea unas expectativas irreales que solo muestran una parte de la realidad.
Complejos físicos y su impacto en la autoestima
Los complejos físicos son percepciones distorsionadas y negativas sobre el propio cuerpo. Durante el verano, estos complejos pueden intensificarse debido a la mayor exposición corporal.
Las personas que sufren complejos físicos tienden a enfocarse en sus «defectos» y a creer que todas las personas se fijarán en ellos, lo que puede llevar a evitar actividades sociales, la playa o la piscina, y en general, a sentirse incómodas con su propio cuerpo, por lo que usan ropas oscuras o largas para que les tapen.
Los complejos físicos más comunes son:
- El peso.
- La altura.
- Algún rasgo físico como la nariz, los dientes, el vello…
- Patologías como la psoriasis, dermatitis, halitosis, vitíligo…
El autoenfoque negativo que provocan los complejos puede afectar gravemente a la autoestima generando sentimientos de inseguridad, autocrítica y una percepción negativa de uno mismo. Cuando hay baja autoestima, es más probable que las personas internalicen comentarios negativos, se hablen mal y se sientan menos capaces de enfrentar desafíos y disfrutar de experiencias positivas.
Estrategias para enfrentar la presión social, los complejos y mejorar la autoestima
Reconocer y gestionar los pensamientos negativos
Identificar y controlar los pensamientos negativos sobre el cuerpo ayudará a mejorar la autoestima. La terapia cognitivo conductual puede ser una herramienta efectiva en este sentido para cambiar estos patrones de pensamiento y promover una autoimagen más saludable.
Practicar la autocompasión
Siempre tienes en cuenta que hay que tratar a los demás con educación y respeto, pero ¿lo haces contigo? Tratarse con amabilidad y comprensión puede ayudar a mejorar la relación con el propio cuerpo. La autocompasión implica aceptar las imperfecciones y valorarse a pesar de ellas.
Fomentar el autocuidado
Involucrarse en actividades que promuevan el bienestar físico, emocional y mental es esencial para cuidarte; el ejercicio regular, la alimentación saludable, dormir bien o las actividades que generen placer y relajación pueden ser algunas de ellas.
Limitar la exposición a las redes sociales
Reducir el tiempo en redes sociales y controlar el contenido que se consume puede disminuir la presión por los estándares irreales de belleza. En su lugar, puedes seguir cuentas que promuevan la diversidad y la aceptación corporal. Te dejamos por aquí nuestra cuenta de Instagram.
Buscar apoyo profesional
Hablar con un psicólogo especializado en complejos puede ser muy útil para abordar problemas de autoestima y complejos corporales. Nuestra terapia en Valladolid puede proporcionarte herramientas y estrategias para desarrollar una imagen corporal más positiva y una autoestima saludable.
La importancia de la aceptación personal
Aceptar el cuerpo tal y como es, reconocer que los ideales de belleza son irreales y construidos por la sociedad y que tu físico no define tu persona ni tus valores es fundamental para cultivar una autoestima sólida. Cada cuerpo es único y aprender a valorarse más allá de la apariencia física es un paso crucial hacia el bienestar emocional y la autoaceptación.
Aunque el verano puede traer consigo una mayor presión social y desafíos para la autoestima, existen múltiples estrategias para enfrentar estos problemas y desarrollar una relación más saludable con uno mismo. Fomentar una visión más realista y compasiva del propio cuerpo, junto con el apoyo psicológico adecuado, pueden ayudar a superar los complejos y construir una autoestima fuerte y positiva.
Si tienes una autoimagen negativa, te afecta lo que piensen los demás sobre ti y tu cuerpo, tienes complejos físicos o te influye la presión social, te recomendamos acudir a terapia psicológica donde te ayudaremos a enfrentarte al problema, cambiar tu percepción, el autodiálogo y mejorar tu autoestima.
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