El divorcio es un proceso que afecta, no solo a la pareja, sino a todo el núcleo familiar y en el cual los niños son, en muchas ocasiones, las principales víctimas. La forma en la que un divorcio afecta a los niños depende de factores como la personalidad o la etapa vital en la que se encuentra cada uno.

El efecto que el divorcio tiene sobre los niños no reside solo en la separación en sí, sino en la exposición de los hijos al conflicto matrimonial. Por ello, es importante mantener una buena comunicación y evitar que los niños asuman papeles que no les corresponden.

¿Qué hacer ante una ruptura?

Los motivos por los que llega a romper una pareja o a recurrir a un divorcio son múltiples: incomprensión entre las partes, pérdida de interés y pasión, infidelidades, celos, falta de compromiso, malos tratos, desacuerdo en los planes de futuro, etc.

Según el Consejo General de Poder Judicial, en el año 2019 las demandas de disolución matrimonial, nulidades y divorcios descendieron en 4000 con respecto a las tramitadas en el año 2018, pero se conoce que ese dato ha variado notablemente en el pasado 2020 a causa de la pandemia por coronavirus. De momento, y según los datos que se conocen, la comunidad autónoma de Andalucía encabeza la lista de divorcios, seguida de Cataluña y Madrid.

En las familias donde hay uno o varios hijos, la solicitud de las demandas se ve reducida, quizá en relación a las posibles repercusiones que pueda tener esta situación en el menor. ¿Qué se puede hacer ante estos casos? Una opción puede ser recurrir a la mediación familiar.

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¿En qué consiste la mediación familiar?

La mediación familiar es un recurso complementario al litigio judicial que puede ayudar a encauzar los conflictos familiares derivados de esta situación para que se protejan los intereses de los miembros más vulnerables de la familia, como pueden ser los hijos menores.

Principios de la mediación familiar

Tras una ruptura, resulta complicado ver cuál es la mejor opción de futuro para los hijos, pero lo que está claro es que siempre se busca minimizar las consecuencias negativas que puedan tener en los menores.

La mediación familiar es un recurso voluntario y totalmente imparcial. El mediador es el encargado de guiar todo el proceso de comunicación entre las dos partes y está capacitado para dirigir la intervención, pero en ningún momento llega a influir en ella. Gracias a su papel, se puede conseguir una solución que satisfaga a todas las partes implicadas en la ruptura y buscar la mejor solución para los hijos.

¿Qué se hace exactamente en una mediación familiar?

El proceso se desarrolla en varias entrevistas donde los progenitores son los protagonistas; ellos serán los encargados, con la ayuda del mediador, de llegar a un acuerdo donde su principal interés son los hijos.

En primer lugar, se realiza una entrevista informativa para conocer a los progenitores. Tras esto, el mediador necesitará saber cuál ha sido el motivo de la ruptura, qué pasos han dado para llevarla a cabo, cuál es la situación familiar, laboral y social y cómo ha afectado la ruptura a todos esos entornos. Por último, se intenta llegar a un acuerdo con el fin de buscar la reorganización familiar de la mejor forma posible y dentro de las circunstancias que se han dado.

En caso de que tras la mediación se llegue a un acuerdo, el mediador elaborará un documento en el que se reflejarán todas las obligaciones, derechos y compromisos de los progenitores y tendrá validez legal de cara a tramitar la separación o el divorcio.

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La ruptura de pareja puede causar grandes problemas en el entorno familiar y el desarrollo de trastornos de estrés, ansiedad e incluso síntomas físicos asociados a ese malestar; por ello, la mediación familiar puede ser un gran recurso a la hora de tratar de llegar a un acuerdo como progenitores.

Si te encuentras en una situación de ruptura, divorcio o separación y quieres llegar a un acuerdo que vaya en pro de la salud mental y física de tu hijo, consúltanos para conocer los servicios de mediación familiar en Valladolid. Os asesoraremos y os ayudaremos para conseguir la mejor solución para todas las partes.