El cuidado de las personas mayores a cargo de las familias se ha visto incrementado con la pandemia de COVID-19. Muchas personas han tomado la determinación de sacar de las residencias a sus padres, abuelos o familiares por miedo al contagio.
En ocasiones, la asistencia de los familiares supone conflictos internos, ya que la rutina se ve alterada: cambian los horarios, las responsabilidades e incluso puede afectar a al terreno la social y laboral. Por ello, resulta fundamental recurrir a la mediación familiar en casos de conflicto por cuidado de mayores.
Posibles problemas derivados del cuidado de mayores
Si de un día para otro se toma el papel de cuidador sin ser la propia dedicación profesional, se necesitará un proceso de adaptación, tanto personal como a nivel externo. Por un lado, la persona cuidadora se podrá ver afectada por «su nueva vida», lo que puede derivar en estrés o ansiedad. Por otro lado, se puede dar la situación que genere conflictos con otros familiares, ideas encontradas o el propio funcionamiento familiar.
Vamos a centrarnos en los conflictos que se pueden generar, ya que tanto los problemas internos como los externos durante el cuidado de mayores son la causa de estos:
- El cuidado de mayores puede provocar que resurjan conflictos familiares que poco o nada tienen que ver con la persona cuidada, pero que la situación favorece su reaparición.
- Si solo va a ser una persona de la familia la que se encargue de estos cuidados, eso puede suponer que tome decisiones sin consultar, lo que puede generar ideas enfrentadas con el resto e incluso con la persona mayor.
- Discrepancias a la hora de decidir quién cuida de la persona o qué papel toma cada uno.
- En algunos casos, los medios económicos no son suficientes y la persona cuidada se puede ver perjudicada por ello.
- Además del dinero, no podemos olvidarnos del tiempo. El cuidado de las personas mayores supone dedicación y esfuerzo, por lo que muchas veces no podremos desempeñar otras tareas o tener todo el tiempo libre que gustaría.
- Si además del cuidado, la persona tiene algún tipo de diversidad funcional o necesita una habitación para él solo, esto puede generar una pérdida de la intimidad en el núcleo familiar.
¿Qué consecuencias puede tener el cuidado de mayores en la familia?
Como hemos indicado antes, asumir el cuidado de una persona mayor supone introducir una serie de cambios tanto en las rutinas como en prácticamente todos los ámbitos de la vida, desde el familiar y social, hasta el laboral. En caso de que exista un consenso entre los familiares implicados, este cuidado no tiene por qué ser negativo, pero el problema surge cuando esta nueva realidad supone un conflicto tanto para el cuidador como para el mayor:
- Distanciamiento entre los familiares a causa de esta nueva situación. Es muy común que se dé la circunstancia de un familiar que no tiene tiempo; que no tiene dinero para contratar a un cuidador; o que prefiere que la persona esté en una residencia y no en un domicilio familiar.
- Para la familia que se encarga de cuidar al mayor, puede suponer una fractura en sus relaciones personales: la pareja, los amigos, los compañeros de trabajo, incluso las relaciones sexuales.
- Las personas que reciben esos cuidados pueden sentir que son el origen de todos esos conflictos. Esto puede ser bastante traumático para ellos y puede derivar en ansiedad, estrés o depresión.
- Si existe un conflicto entre los cuidadores y la persona mayor que hay que cuidar, se puede gestar una situación de maltrato psicológico e incluso físico.
¿Cómo podemos solucionar los conflictos por el cuidado de mayores?
Si te encuentras en una situación así, tienes que saber que no todo está perdido, ya que se pueden aplicar una serie de pautas entre todos los familiares con el fin de buscar el beneficio para la persona mayor y para los implicados sin generar esos conflictos de los que hemos hablado.
- Establecer un horario con un calendario de turnos.
- Dividir las tareas en función de las obligaciones de cada uno.
- No olvidarnos del terreno personal. De este modo, hay que tratar de tener esa dedicación a la persona, pero también darse tiempo a uno mismo para hacer las cosas que le gustan.
- Cuidar de alguien supone una serie de gastos, por lo que es importante repartirlos entre todos los implicados.
- Que todas las partes tengan la misma información y se encuentren debidamente informados de todo.
Si aun siguiendo estas herramientas existen los conflictos o el mayor no se encuentra satisfecho con los cuidados, es recomendable recurrir a la ayuda profesional mediante la mediación familiar.
El cuidado de las personas mayores supone una adaptación de la vida de ambos y de todo el entorno familiar, por lo que resulta fundamental que este cambio se haga con las menores repercusiones para todas las partes.
Desde Centro Psicológico Parquesol podemos ayudarte a través de nuestro servicio de mediación familiar con el fin acabar con los conflictos que se puedan generar y para buscar la mejor solución para todas las partes.
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