Desgraciadamente, durante los últimos tres meses muchas personas han debido enfrentarse a la pérdida de un familiar o ser querido en unas condiciones sin precedentes. La carga emocional se ha visto incrementada debido a diversos factores. Entre ellos, destacamos el rápido ritmo en el que se están sucediendo los cambios – que exigen una mayor capacidad de adaptación – , así como, en muchos casos, la incapacidad de despedirse – que causa un sentimiento de desamparo. El sentimiento de duelo colectivo que nos ha dejado el coronavirus, también ha hecho que los distintos medios hayan mostrado numerosas conmemoraciones por las víctimas. Pero, ¿existe una actitud social abierta hacia el duelo? En el blog de hoy te hablamos del duelo como tabú social.

La muerte

La muerte es un tema tabú para la sociedad. A pesar de tratarse de un proceso natural del que todos tenemos certeza desde temprana edad, se trata de un concepto que apenas se trata en sociedad. Las inquietudes que nos causa la muerte aumentan ante la incapacidad de externalización de estos sentimientos. Esto da lugar a que bloqueemos las ideas y los acontecimientos asociados a la muerte. Podríamos llamar a esto un proceso de desnaturalización de la muerte.

El duelo como proceso individual

La actitud aceptada ante la pérdida de un ser querido es la de un duelo en soledad y de forma individual. Por supuesto, este concepto ha ido evolucionando históricamente y depende de la cultura. Mientras que en países de influencia católica, como España, es normal alejar los cementerios de los asentamientos residenciales, en países protestantes, los cementerios se encuentran situados en plena ciudad. Hace unos años, era normal velar al muerto en las viviendas. Sin embargo, hoy en día este proceso tiene lugar en los tanatorios. De este modo, se externaliza el duelo. En otras palabras, en ciertas sociedades es común invisibilizar la muerte como ya os hemos adelantado antes.

Sin embargo, compartir una pérdida con la sociedad, con nuestro círculo, es algo que ayuda a la adaptación que supone el duelo – porque, recordemos, no “nos curamos”, sino que aprendemos a vivir sin esa persona. Pero, ¿por qué se ve relegada la gente a vivir su duelo de forma privada?

El dolor y su negación

Además de la omisión de la muerte, nuestra sociedad está acostumbrada a silenciar otros procesos que cabria esperar naturales, como el dolor. Hoy en día estamos bombardeados por mensajes que nos invitan a sentir alegría, aunque esta no esté justificada. Por ello, la felicidad parece ser una exigencia. Como individuos sociales, intentamos huir de sentimientos negativos tan necesarios como el enfado, la ira o el dolor. Debemos aprender que este tipo de emociones tienen una función adaptativa que nos permiten identificar nuestro malestar e intentar sobrevenirlo.

La negación del dolor da lugar a otro sentimiento muy dañino para la persona que acaba de perder a un ser querido. Nos referimos esta vez a la culpa: ¿por qué me siento así sí no debería sentirme así? Paradójicamente, la culpa no nos ayuda a adaptarnos, solo consigue prolongar y perpetuar el dolor.

¿Cómo acabamos con el tabú del duelo?

Tanto la ayuda psicológica como el apoyo de los allegados pueden ayudar a una persona a superar el duelo. Si alguna persona de tu entorno ha sufrido una pérdida, es necesario que lancemos los mensajes adecuados. Para ello,

  • Acepta la realidad de la pérdida: frases como “Ya verás como esto pasa” / “Es mejor así” no ayudan, solo niegan o infravaloran el impacto que una persona en duelo experimenta. Es normal que una persona sienta dolor o enfado y así debemos trasmitírselo. Por ello, prueba a utilizar frases como “es normal que llores”, “llora todo lo que necesites”.
  • Sensibiliza e informa sobre el duelo: saber que se trata de un proceso normal e identificar sus características ayuda, ya que fomenta el autocontrol y la seguridad. Que tu experiencia, además, sirva para otras personas.
  • No intentes acelerar la recuperación: referirse al futuro y negar las emociones presentes, puede causar sentimientos de culpa y frustración.
  • Facilita la expresión emocional: invita a que hablen de los sentimientos ante la pérdida y a que se expresen de la forma que consideren necesaria. Hablar de ello ayuda. Trata que no queden sentimientos reprimidos.

Si estás teniendo problemas para aceptar una pérdida, podemos ayudarte.

Si te encuentras paralizado ante una pérdida y no puedes adaptarte a ella, podemos ayudarte en proceso con ayuda profesional en terapia de duelo.