Los que han padecido un trastorno de ansiedad saben muy bien lo que eso supone: nerviosismo, insomnio, necesidad de huir, pensamientos intrusivos… Por eso, el miedo a tener una recaída por ansiedad es lo más normal del mundo.

Nadie quiere volver a esa situación ni a que la ansiedad domine su día a día, pero debes saber que tener una recaída es natural. ¿Cuál es la diferencia? Que tras un tratamiento de nuestras psicólogas en Valladolid sabrás reconocer esa situación y conocerás las pautas sobre cómo actuar.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una respuesta natural de los seres humanos ante un peligro; digamos que es algo así como un detector de problemas que te ayuda a reaccionar ante ellos para ponerte a salvo: es una aliada.

Sin embargo, puedes sentir ansiedad sin que exista un peligro real, por ejemplo, imaginando una serie de situaciones futuras que te anticipan a ese riesgo:

• «¿y si me sale mal el examen?»
• «¿estaré tomando la decisión correcta?»
• «¿y si me pongo nervioso y me quedo en blanco en la presentación?»
• …

Estos pensamientos intrusivos activan la ansiedad y sus síntomas: nerviosismo, sudoración, palpitaciones, necesidad de huir, sensación de peligro, necesidad de estar alerta, temblores… En este caso, los síntomas no tienen por qué ser algo puntual, sino que se prolongan en el tiempo y por eso hablamos de trastorno de ansiedad. Esta patología puede ser muy invalidante para el que la padece.

Volver a tener ansiedad

Las recaídas por ansiedad se producen cuando una persona que ha tenido un trastorno de ansiedad, vuelve a padecerla o a tener síntomas asociados a ella.

En un tratamiento psicológico para la ansiedad la persona aprende una serie de herramientas por parte del psicólogo que le ayudan a salir poco a poco de la situación de ansiedad. Estas estrategias, una vez que has superado la ansiedad, a menudo se olvidan y no se tienen en cuenta. Es, ante esta situación, cuando la persona puede tener alguna recaída por ansiedad.

Generalmente, el proceso es el siguiente:

1. Una persona presenta un trastorno por ansiedad.
2. Acude al psicólogo para tratarse.
3. Una vez controlada, va dejando de lado poco a poco las herramientas aprendidas al verse en buen estado.
4. Cuando se ve envuelto en una situación estresante o un momento complicado, la ansiedad vuelve a aparecer y la persona siente fracaso por la vuelta a esa situación.
5. Las estrategias de afrontamiento aprendidas pasan a un segundo plano para volver a los comportamientos previos al tratamiento.

Habrás podido deducir de este proceso que las recaídas por ansiedad tienen solución y son reversibles; la clave está en conocer las situaciones que te llevan a ella y tener siempre presentes las estrategias para manejarla.

Claves para controlar la ansiedad (de nuevo)

• Identifica las situaciones que te estresan o que te producen ansiedad.
• Reconoce las señales: dolor de cabeza, irritabilidad, bruxismo, temblor en los ojos, náuseas, problemas estomacales…
• Haz un alto antes de que te sobrepase y evalúa qué es lo que te ha podido llevar a ese punto.
• Haz ejercicio. Esto no quiere decir que tengas que ir al gimnasio necesariamente, sino que puedes dar algún paseo o salir a disfrutar del aire libre.
• Practica ejercicios de respiración.
• Acude a terapia. Volver al psicólogo no es malo ni debes sentirte un fracasado por ello. Simplemente ahora ya eres capaz de reconocer cuándo lo necesitas y sabes pedir ayuda a tiempo.

La ansiedad es una señal de aviso que va poco a  poco; por eso, nunca podemos pasar por alto las señales que nos envía. Es importante que te conozcas y sepas cómo actúa tu cuerpo ante ella para aprender a reconocerla y acudir al psicólogo siempre que lo necesites.