Después de hablar un poco de la ansiedad en nuestros blogs anteriores, vamos a ahondar un poquito más en ella hablando de qué es exactamente. Hablaremos también de cómo podemos identificarla en tres grupos de síntomas diferentes: los físicos, los psicológicos y los comportamentales.

Como ya os hemos dicho, la ansiedad es una emoción normal, como la tristeza o la alegría. Y todos podemos llegar a sentirla ya que nos protege ante situaciones que son potencialmente peligrosas; es decir, es una respuesta adaptativa. También prepara a nuestro cuerpo para una posible situación de escape o lucha y, sobre todo, de defensa. En nuestro cuerpo esto se traduce en un pulso acelerado, ya que necesitamos que el oxígeno llegue a nuestras extremidades. Y como consecuencia de esto, se puede producir una sensación de ahogo. También nuestro campo de visión va a extenderse para poder ver todo lo que pasa a nuestro alrededor, pero nuestra visión será un poco más borrosa.

Síntomas físicos

Como acabamos de decir, algunos de los posibles síntomas fisiológicos son, sensación de ahogo, mareos, vómitos, taquicardias o visión borrosa. La ansiedad en sí no es peligrosa al ser una respuesta adaptativa, el problema aparece cuando hay situaciones cotidianas que sí nos parecen peligrosas. También en situaciones en las que es normal estar nervioso/a, pero no es posible controlar esa ansiedad y dificultan el día a día.

Síntomas psicológicos

Los síntomas psicológicos no se reconocen tan fácilmente como los físicos. Estos pueden llegar a ser muy limitantes y provocan mucho malestar a quien los sufre. Algunos de ellos pueden ser: rumiaciones (darle vueltas a algo constantemente), pensamientos catastrofistas, preocupación constante. Además, puede englobar otros síntomas relacionados con la atención, concentración y memoria. A largo plazo, los síntomas de la ansiedad pueden llegar a provocar también síntomas depresivos.

Síntomas comportamentales

La ansiedad puede llegar a provocar alteraciones en nuestro mismo comportamiento, como alteraciones del sueño y de la alimentación, irritabilidad, cambios de humor, etc. Como se puede ver, la ansiedad puede englobar a otros trastornos distintos, pero siempre relacionada a esta. Como por ejemplo, el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, así como los trastornos de estrés postraumático, fobias o el trastorno obsesivo compulsivo.

 

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Si te has sentido identificado con alguno de los síntomas de la ansiedad, no dudes en consultarnos. La ansiedad es necesaria, pero a la vez puede llegar a ser muy molesta en el momento en el que nos condiciona nuestro día a día. En ese caso, aquí estamos para ayudarte.