Vivimos en la era digital y eso tiene sus ventajas y desventajas. Tener acceso a internet nos ha facilitado mucho la vida, pero esa misma accesibilidad hace que poco a poco empiece a tener consecuencias negativas sobre nosotros y, especialmente, en los niños menores de tres años, donde el contacto directo con las tecnologías perjudica su desarrollo cognitivo. Desde Centro Psicológico Parquesol queremos hablaros hoy de las consecuencias negativas que existen en el uso de pantallas en niños pequeños para intentar paliar sus efectos en el futuro.
¿Por qué hay que evitar que vaya a más el uso de las pantallas en niños pequeños?
Los seres humanos estamos en constante contacto con pantallas, ya sea a través de la televisión, los móviles o los ordenadores. Este hábito tecnológico afecta severamente a nuestra salud física y mental, desencadenando distintos problemas que pueden ser perjudiciales en un futuro.
Los niños menores de tres años no están excluidos de estos inconvenientes y, no solo eso, sino que además les afecta en mayor medida al encontrarse en las primeras etapas de su desarrollo cognitivo.
Estos son algunos de los efectos que pueden desencadenarse por un mal uso de las pantallas en niños pequeños:
Desarrollo lento del sistema cognitivo y lenguaje
Cuando a un niño se le expone a una pantalla es probable que sea para entretenerle mientras se esté haciendo otra actividad como, por ejemplo, comer. Esta acción provoca una menor interacción con el entorno y con sus cuidadores, haciendo que pierda grandes oportunidades para el aprendizaje a través de los sentidos, el juego imaginario o el lenguaje. También puede tener efectos negativos en su capacidad de concentración, memoria y habilidades sociales en el futuro.
Problemas de sueño en niños por el uso de las pantallas en niños pequeños
La exposición prolongada a pantallas puede alterar el ritmo de sueño de los más pequeños. Los niños menores de tres años necesitan más horas de sueño que los adultos por lo que se tienen que incentivar rutinas tranquilas para conseguir horas de descanso de calidad. Recurrir al móvil como entretenimiento justo antes de dormir aumenta la hiperactividad del niño y suprime la producción de melatonina, hormona que se encarga de regular los ciclos del sueño. Como resultado, obtenemos niños con grandes dificultades para conciliar el sueño y que pueden llegar a desarrollar trastornos a largo plazo como insomnio.
Dificultades en el desarrollo motor infantil
La cuestión del problema no es solo el uso del móvil, sino el tiempo durante el que se está expuesto. Si dicho tiempo es diario, y a todas horas, el niño puede perder oportunidades de movimiento y de obtener información del entorno, siendo esto necesario para el desarrollo de sus habilidades motoras básicas. Dicha información es primordial, por lo que hay que animarles a que exploren y conozcan todo lo que les rodea por ellos mismos.
En definitiva, a pesar de que las tecnologías ya forman parte de nuestro día a día, tenemos que proteger a los más pequeños de ellas. Hay que entender que el cerebro de los adultos no funciona de la misma manera que el de los niños y lo que para nosotros puede pasar desapercibido, para ellos puede desencadenar graves problemas a nivel mental, sensorial, motor y social, tanto a largo como a corto plazo.
Con una mayor concienciación sobre el tema, podremos dar grandes pasos hacia la protección del menor.
Si crees que tu hijo necesita ayuda psicológica o crees que tú no estas sabiendo cómo gestionar el uso de las tecnologías, te recomendamos hacer una consulta para terapia psicológica infantil donde te asesoraremos y os ayudaremos a enfrentaros al problema.
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